domingo, 13 de marzo de 2011

Bamboo, una selva donde jamás quiero volver

Una noche sin mucho que hacer salí con viejos amigos, mi prima Megan y Steven un viejo amigo, de Caracas que visitaba la ciudad mientras estaba de vacaciones, decidimos ir a conocer una discoteca que Carlos y Julieta habían hablado maravilla por días de ella

Al entrar fue emocionante porque las chicas no pagaron, y pues yo y Steven después de pagar rápido las alcanzamos, el lugar era mas pequeña que mi habitación, los asientos había que peleárselos con mastodontes llenos de esteroides y mujeres capaces de hacer el ridículo por una mala mirada.

Las bebidas eran gratis pero prácticamente contenían un sabor a agua estancada que podría provocar el cólera a cualquiera, y recordé mi época de pubertad con las canciones que colocaron las cuales tenia muchísimos años que no escuchaba. Las respuestas de Mary aun no llegaban, así que trate de ignorar ese pequeño problema que tenia, dándome cuenta lo pequeño que es el mundo.

Una de las chicas por las cuales yo había sufrido mucho tiempo salía con alguien que era peor que yo, callado, versión sherk y hasta sin sentido del humor… ojo no es por celos… solo observaba que a veces las relaciones que dejamos atrás es por algún sentido favorable, o incompatibilidad totalmente pues el tiempo cambia a las personas y algunas veces nos hace casi irreconocibles para los demás.

Steven y Megan se dieron cuenta de lo que sucedía y solo me apoyaron hablándome de cosas importantes como el hecho que debíamos salir corriendo de ese lugar, antes de que nos diera cáncer en los pulmones, cólera, nos faltara el aire o simplemente quedáramos sordos por estar en ese sótano con cornetas exageradas.

La experiencia me sirvió a que hasta en las peores situaciones uno puede sonreír, disfrutar y sacar esta columna adelante.

Personas indeseadas que nos encontramos en las disco

Los que caen de sorpresa: los que no invitamos y nos consideran tan amigos que se lo toman tan personal que pueden durar meses con traumas y conflictos por estos problemas.

Los que fuman como si trabajaran en las avenidas: solo, supuestamente fuman en fiestas, pero pasan toda la noche como chimeneas vivientes provocándose cáncer, porque creen que solo se ve bien… ¡Dios!

Las personas que dejamos en el pasado: y jamás pensamos volver a ver, son esos momentos tan incómodos, que los aguantamos con una sonrisa y acomodando una cita o una salida que jamás se va a concretar.

Tukkys, granadas, especies animales aun sin descubrir, alienes y mounstros más feos que la sayona: van a estar, en cualquier lugar, porque nada es perfecto, pero por lo menos busca un lugar en los que menos estén…

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