martes, 23 de marzo de 2010


El mercado del cariño


Estaba apunto de hacerme el almuerzo cuando me di cuenta de que me faltaba lo mas importante, lo que iba a cocinar, me dio tanta pereza en ir al mercado, que casi desisto de la idea de cocinar y solo comer lo necesario para sobrevivir, pero a la final vencí mi flojera, me coloque lo primero que conseguí y salí a la ciudad para buscar el mercado mas cercano, aunque después lo único que vino a mi mente es ¿acaso todos no estamos en un mercado?, nos encanta salir a el pasillo de las citas, probar todos los productos y ver cual de estos es el que no es dañino para la salud. La idea no es para nada alocada aunque parezca solo que no nos damos cuenta de lo que es lógico.
De prueba están mis amigos, que por coincidencia de la vida también esa tarde fueron al mercado y son los primeros en probar esta teoría que después les aclarare con mas detalle, Andrew por ejemplo se dio cuenta de que su amistad con Bob tenia fecha de caducidad cuando se lo encontró con Myriam (novia de Bob) discutiendo como locos en el mercado _no vamos a ser vegetarianos Myriam. Le decía Bob mientras sostenía un poco de carne cruda _no debemos ser animales, por dios, llevemos las berenjenas. Andrew solo escuchaba en silencio y trataba de pasar desapercibido mientras agarraba un poco de arroz, pero su relación tampoco era una cama de rosas, también tenia sus espinas, llevaba día luchando con los contantes cambios de humor de Karla (novia de Bob) _acaso ¿estamos mal? Le dice ella por teléfono _no solo que ambos hemos estado ocupados, por favor ya deja de pensar que estamos mal, te quiero si.
_ok, solo que no te despegues mucho de mi ok. _esta bien, ya dentro de poco voy a tu apartamento, nos vemos. Andrew luchaba con que su relación no fuera como un dulce que su relación si no se mete a la nevera se vence, se daña y solo cae mal.
Pero quienes acompañaron a Andrew en el mercado fueron Jena y Rodrigo (novio de Jena) que aunque estaban bajo el estaxis de los primeros meses de noviazgo, a ella le sorprendió lo que veía Rodrigo compraba como si el fin del mundo estuviera cerca y esto a ella le comenzó a molestar _Rodrigo no te comes todo eso ni se va a acabar el mundo, compra diario. El un poco molesto _no así no tenemos que volver a cada rato. Jena aunque no estaba de acuerdo quizás cedió pero solo por esa vez.
Claudia esa mañana no fue al mercado si no a la panadería pues no quería hacer su desayuno y mientras pedía su pastel de queso, un chico la tropieza y se da cuenta de que es perfecto, de la forma en que la trato hasta de cómo le sonrió, hasta de cómo le pidió disculpas _lo siento hermosa. Ella acomodando su cabello _no te preocupes no me paso nada.
El problema es que cuando ella iba a buscar para tropezarlo se dio cuenta de que estaba con una chica de mala reputación y a la cual no dejaba de besarle, simplemente se deprimió un poco, tomo su desayuno y se sentó a solas a tratar de leer un libro.
Pero de que es cierto de que estamos en un mercado, es cierto, si no podemos tan solo analizar con las personas que hemos salido en los últimos años y nos damos cuenta de lo variado que esta nuestro mostrador y pasillos de vida… si no chequeen esto…
Pasillos de dulces
Son esas personas que nos encantan cuando las vemos de lejos, queremos tenerlas, hacemos lo posible para que nos traten… hasta maroma para que nos vean, pero cuando están allí a nuestro lado esas dulces, y apetecibles personas nos empalagan hasta casi provocar el vomito.
Y aunque haces lo posible para pensar que el problema eres tú y vas hasta terapia para salvar esa relación que crees perfecta, en lo más profundo de tu ego destruido descubres que tenia fecha de vencimiento y debes terminar ese acercamiento antes de que vengan las hormigas y se coman todas las migajas de tu libertad.
Pasillos de enlatados
Desde hace varios años el reciclaje se a puesto de moda, y eso también tiene que ver con los enlatados, esas relaciones tormentosas, aburridas, largo plazo a distancia, son como los enlatados de sardinas pueden durar y durar por años, en el mismo lugar, y de la misma forma, solo es cuestión de abrirlas probarlas y si tienen buen sabor seguir tratando de consérvala o botarla por mal gusto. También están las personas a quien perdonamos y perdonamos y es que estamos tan acostumbrados a esas latas que hasta las volvemos lapiceros o teléfonos de cabuya, pero lamentablemente al caerles un poco de agua estos enlatados se oxidan y debemos volver al mercado.
Pasillos de carnes
Las carnes son buenas pero no en exceso, es que cuando se habla de carne nos dirigimos a la lujuria, y aunque a muchos les encanta pues en descontrol es muy perjudicial, es que simplemente la mayoría toman un pedazo de carne y se lo comen como sea, a la sartén, al ajillo, a la plancha, con sal o sin sal… ni siquiera les importa la calidad, y aunque no digo que debemos volvernos vegetarianos si poder hacer el mejor equilibrio posible, por eso del colesterol… las personas que se la pasan en este pasillo son jugosas, y muy apetitivas y muy pocas veces las personas se preguntan de la historia de ellos y por que llegaron allí y solo quieren es echarle el diente.
Pasillos de los chocolates extranjeros
Cuando escuchamos a los extranjeros así vengan del infierno pensamos que de donde proviene es el país mas hermoso del mundo, y aunque nos empalagan con promesas en otro idioma sabemos que la mayoría son puros sueños y no son solo ellos están en este pasillo, si no también los mas criollitos que cuando pisan una acera y dejan un poco su incultura comienzan hasta cambiar el modo de hablar.
Como si estudiar en Francia o en USA, y tener postgrados internacionales pusieran un margen invisible a la humildad o a poder ayudar y colaborar en las cosas mas simples, la mayoría de las veces nos encanta probar a la primera estos chocolates, pero luego son tan seguidos que hasta nos da mal de estomago y hasta alergia pues sabemos que no podemos toda la vida comer este tipo de comida.
Pasillos de limpieza
Esta zona es la favorita de muchos por que están los jabones de todas las formas, líquidos, de barra, de florecitas, de bebe… pero que al usarlos sabemos que se gastan rápido y que aunque nos encanta como se adhieren a nuestro cuerpo la espuma se va rápido y el olor también, así que son tan fugaces que de nuevo cuando vamos a pedirlos en el mercado ya ni del nombre nos acordamos. Y también en el pasillo de la limpieza están los cloros, y el desinfectante que son las personas que buscamos desesperadamente cuando nuestra reputación esta tan sucia que necesitamos una limpieza general, y aunque son las personas perfectas lamentablemente hay personas que no soportan tanta pulcritud y deciden lanzarse a otro lugar en el mercado antes de que se le produzca un hueco de tanto cloro.



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